Una noche cualquiera

Eran las nueve menos cuarto y estaba sentada en un banco, escuchando música de mi móvil, que me traspasaba, obviamente. A ojos de los humanos sólo verían un móvil abandonado sonando solo. Seguí escuchando la misma canción.

- Buenas noches Fire.- Me senté al lado de Zafiro, en un banco.

— Buenas noches, Drake. —Sonreí— Podría darte dos besos, pero no notarías nada, así que como si te los hubiera dado.

Una carcajada salió de mi garganta.
- No te preocupes. Con tal de verte ya soy feliz.

— Oh, bonito piropo —Musité— ¿Qué tal todo?

- Aburrido como siempre. Antes de empezar a hablar me permites que corra un poco, estando todo el día al lado de humanos que huelen de maravilla, encerrado sin poder hacer nada... dejame que me desogue.

— Adelánte, tengo todo el tiempo del mundo.

Me levanté y me puse en posición de carrera...
Mis piernas volaron, me solté, por fin, después de un día largo podía ser yo mismo.
Al cavo edunos minutos regresé a su lado.
- Gracias, ¿Por dónde ibámos?

— Que tu me piropeaste y que me dijiste que estabas aburrido —Reí.

- Oh, vale, ¿Y atí como te ha ido el día, bella dama?

— Monótono. ¿Y a ti?

- ¿Rutinario? No es muy rutinario conocer a dos vampiros en el mismo día y que tu. lo que sea Eddy sepa que eres un espíritu...

— Supongo que tampoco es muy normal ser un muerto viviente —Sonreí.

Me reí. No era muy normal que riera tanto en un kmismo día, bueno hacía décadas que no reía... En canvio a su ldo me sentía feliz.
- Y por cierto ¿Cómo has quedado con Edward? es decir ¿Sois pareja?

— No... —Mascullé— Él quería, pero yo no quiero hacerle daño. Quiero que deje de amarme.

- Eres muy atenta. Si fuereis novios le haría mucho daño... solo podría verte 2 horas al día.. sería demasiado duro... Eso es lo que me gusta de ser un vampiro. Siempre que estes a mi lado lo sabré.
Y le sonreí

No pude evitar dibujar una sonrisa.

— Tengo hambre —Dije.

- Mmmm... ¿Qué sueles comer?

— De todo —Sonreí— ¿Te apetece algo a ti?

- Como no tengas sangre de animal creo que no voy a tomar nada.

— Pues tomaré un gofre de chocolate.

- mmm- miré con cara de asco ese gofre...- ¿Cómo puedes comerte eso?

— Está bueno —Reí— ¿Pasaría algo si comíeras algo que no fuera sangre?

- No.- Cogí un trozo de ese gofre y me lo metí en la boca.- Ves. No ha pasado nada. Estoy vivo. Vueno medio vivo, o lo que sea.

— Vaya.

Seguí comiendo mi gofre.